En muchos manuales el primer tema suele ser de presentación y para conocer las motivaciones de los alumnos para aprender español. A veces también hay actividades para ver qué piensan los alumnos qué es más importante, qué necesitan mejorar en su aprendizaje y qué tipo de actividades les gusta realizar en clase.
El otro día hicimos en clase uno de esos temas y me llamó mucho la atención que la mayoría de mis estudiantes entre sus objetivos aprendiendo español estaba "tener más confianza en mí mismo".
Pienso que esto no es algo únicamente propio de la clase de español o de la clase de idiomas, creo que se puede aplicar a la enseñanza en general.
La confianza en uno mismo interfiere en el aprendizaje, el miedo a cometer errores, el miedo al ridículo, la ansiedad que todo esto puede provocar, etc.
Para eso, yo tengo diferentes herramientas. Está claro que crear un ambiente relajado en clase es lo primero pero ¿cómo se consigue esto? Yo no tengo mucho bagaje pedagógico (en el sentido más académico) así que muchas de las cosas que hago son fruto de mi experiencia como profesora y alumna. Os dejo aquí algunos de los recursos que uso:
- Contar anécdotas, para que el alumno me vea como una de ellos, con mis defectos y virtudes, para bajarme del pedestal que el profesor tiene en clase.
- Hablar de los errores y hacerles comprender a los alumnos que son una pieza fundamental en el aprendizaje. Como les suelo decir: "Si no cometes errores, ¿para qué vienes a clase de español?"
- Evidenciar mis propios errores. Como todo el mundo no es raro que a veces me equivoque en clase: dando mal unas instrucciones o escribiendo mal una palabra (por ejemplo, el otro día escribí en la pizarra: "La semanada pasada..."). Mis alumnos se dan cuenta de esos errores, por supuesto, y yo los trato con la mayor naturalidad, esto es, soy humana y todos nos equivocamos y si eso pasa pues se corrige y no hay mayor problema.
- Hacerme cómplice de mis estudiantes. Esto quizás no es algo tan fácil pues depende mucho de la persona. En mi caso tengo buena memoria y suelo recordar lo que mis estudiantes dicen en clase o escriben en redacciones sobre su vida personal, gustos, etc. Así, siempre que venga al caso, recurro a esa información para que ellos sepan que son importantes para mí, que recuerdo lo que me dicen.
Estas son algunas de las cosas que yo hago, hay más y muchas que no se pueden poner en palabras, pero es verdad que avanzan mucho mejor cuando todos estamos relajados en la clase.
Algo que yo suelo hacer, especialmente en los primeros niveles, es pronunciar muy mal sus nombres e ir "puliendo" mi pronunciación a medida que ellos también avanzan. Así soy la primera en evidenciar los errores y en escuchar consejos para hacerlo mejor, a la vez que consigo una cierta complicidad con cada uno de ellos. Supongo que es una manera de hacerles ver que esto del aprendizaje de lenguas no es más que trabajo en equipo.
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