Entre entradas todavía sin publicar de la serie de Presentaciones, voy a empezar a publicar en el blog un cuento que escribí como lectura graduada para B2. En esta lectura intenté unir dos de las cosas que más me gustan: la enseñanza del español y la ciencia ficción. Son siete capítulos, iré publicándolos periódicamente.
Espero que os guste y cualquier comentario y crítica será bien recibida, todo sea por el beneficio de perfeccionar el material.
¡Ah!, por supuesto que podéis usarlo en clase libremente y pasárselo a vuestros alumnos.
VIAJE AL PASADO
Capítulo I
“Por suerte mañana tengo el día libre”. Eso pensaba sin anticipar todo lo que iba a suceder en los días siguientes. Si tan solo lo hubiera sabido… típica frase de novela de intriga que yo no pensé pero que ahora que escribo esto me apetece utilizar.
Este texto comienza como un ejercicio, un ejercicio que me ha recomendado mi psicólogo que haga. Él, como el resto de la gente, no se cree la historia que le cuento. A medida que pasa el tiempo empiezo a pensar que quizás lo mejor sería dejar de insistir con lo que me pasó.
Creo que lo principal es presentarme, poneros a vosotros, futuros lectores de mi historia, en antecedentes para que podáis identificaros conmigo, para que me entendáis un poco mejor, para que comprendáis un poco toda esta locura.
A ver… no voy a utilizar mi nombre real por si las moscas (1) este manuscrito (2) se pierde, aunque el resto de los datos serán fieles a la realidad.
Me llamo Ana, tengo 29 años y vivo en Ronda. Empezaré por hablaros un poco de mi ciudad. Ronda está en la provincia de Málaga, es una ciudad bastante conocida aunque no sea muy grande (tiene alrededor de 40.000 habitantes). Lo más característico de Ronda, y creo que todo el mundo está de acuerdo en esto, es el Tajo (3). No, no es el río (4), ni siquiera es un río. ¿Cómo lo explico? ¿Habéis visto los acantilados en el mar? Pues el Tajo es eso, es un acantilado sobre el que está construida la ciudad pero no hay mar al fondo, sino tierra.
La ciudad está construida sobre el Tajo, eso hace que tenga unas vistas impresionantes ya que la altura es de unos 100 metros. La parte más antigua de la ciudad está comunicada con la parte más nueva por tres puentes: el más alto se llama el Puente Nuevo, el siguiente en altura es árabe y el más pequeño es romano. En Ronda vivieron esas dos culturas. Es otra de las cosas que hace esta ciudad especial, los monumentos árabes y romanos que todavía se conservan.
Mi trabajo es de camarera, por las características de la ciudad donde vivo, la mayoría del trabajo está en el sector servicios. El turismo es uno de los puntos fuertes de Ronda. Yo, en realidad, estudié filosofía en la Universidad de Málaga; pero eso no me llevó a ninguna parte. No es una titulación con futuro que digamos. Así que cuando terminé mis estudios y volví aquí, empecé a trabajar en lo que me fue saliendo y así llevo ya unos cinco años trabajando en una cafetería en la calle de la Bola. No es que me disguste mi trabajo, mis compañeros son gente apañada (5) y el ambiente laboral no está mal pero… en fin, creo que ya me entendéis ¿no?
Por suerte, para vivir aquí, no se necesita mucho dinero, aunque todo subió cuando llegó el euro no es como vivir en una gran ciudad, por ejemplo, los alquileres son más baratos y salir de copas con los colegas también. Yo comparto piso con dos chicas, una de ellas es estudiante de enfermería y la otra trabaja como fisioterapeuta. Las tres somos chicas responsables. Mis amigos no entienden muy bien por qué me fui de casa de mis padres. ¿Y por qué no lo entienden? Os lo explico: No es lógico alquilar un piso en tu mismo pueblo, si tus padres viven allí. Ellos, por ejemplo todavía viven en casa de sus padres, eso es lo más normal por aquí, por lo menos hasta que te casas o empiezas a convivir con tu pareja. Pero a mí me gusta mi independencia y no quiero vivir como una eterna adolescente, entrando a hurtadillas (6) por la noche para no despertar a los papis.
En mi trabajo tengo suerte, libro dos días por semana, la cafetería donde trabajo es una de las pocas que da dos días libres, en mi profesión la explotación está a la orden del día. Además tengo un contrato legal, con todas las horas, nada de dinero bajo cuerda (7) ni media jornada echando la jornada completa. En cierta forma soy una afortunada. Los días que libro voy a comer a casa de mis padres y si es domingo mi madre hace paella con pollo, que sabe que me gusta mucho. Después pasamos la mitad de la tarde sentadas en la mesa camilla (8), calentitas en el frío invierno de Ronda, yo soportando el zapping de mi padre y ella dando cabezadas (9).
(1) Por si acaso.
(2) Obra escrita a mano.
(3) Un tajo: un corte.
(4) El río Tajo es el río más largo de la Península Ibérica.
(5) Agradable, buena gente.
(6) A escondidas.
(7) Dinero negro.
(8) Mesa cubierta con una tela y con un brasero debajo para dar calor.
(9) Movimiento de la cabeza cuando alguien se está quedando dormido.
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