Una de las cosas más curiosas que me ha pasado durante un examen es que algunos alumnos completan el ejercicio de comprensión auditiva antes de escuchar la audición.
A veces están tan perdidos que piensan que son preguntas que tienen que responder. Supongo que se imaginaran que estoy preguntando su opinión sobre un tema.
Lo peor de todo es que luego cuando hemos escuchado el audio, ni siquiera se han dado cuenta de que ese era el momento para hacer el ejercicio.
Personalmente, no como profesora, no me gusta nada hacer audiciones. Como profesional le veo su utilidad, escuchan otros acentos, practican la comprensión... pero aunque ellos no lo sepan a mí me pone muy nerviosa. A parte de los problemas técnicos que puedan surgir como que el audio no funcione, se escuche mal o haya interferencias, me da pánico que no lo entiendan, que se bloqueen porque hablen muy rápido y desistan en su intento de completar el ejercicio.
Antes de hacer un audio intento relajar un poco el ambiente de la clase, les digo que respiren hondo y no intenten comprender cada palabra que escuchen, que comprendan la idea general del audio. Evidentemente no funciona para todos los ejercicios, porque hay muchos que piden una audición muy selectiva, que se escuche y se comprenda algo muy concreto.
Por otra parte están lo audios que yo llamo "interpretativos", donde se le pide al alumno que interprete lo que se está diciendo. Quizás estos sean los más difíciles porque muchas veces a esa interpretación va unido un conocimiento de la cultura que muchos no tienen y que es tan sutil que no suele tratarse en clase.
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